¡A por ello!






En noviembre empecé a trabajar y al poco me puse a estudiar para presentarme a otras oposiciones. Sabía que iba a ser difícil estudiar mientras trabajaba, euskaltegui y la enana, pero lo he intentado.
No lo llevo a la perfección ni mucho menos, pero conozco el temario y aunque sé que hay una probabilidad altísima de no aprobar, he tomado la determinación de acabar lo que he empezado. Así que el jueves me presento a 2 exámenes, uno a las 8:15 y otro a las 16h.

A todo esto se une que llevo unas semanas loquísimas, estoy a tope con el tema entrevistas. He salido muy contenta de unas cuantas, pero no me voy a confiar, ya tengo tablas en este asunto.
El año pasado hice unas 30 entrevistas y en el 90% me preguntaron si tenía hijos, edad de mi hija, si estoy casada…
Estoy cansada de este tipo de preguntas, no sé si es por torpeza del reclutador o por mala intención, el caso es que en la siguiente que me lo pregunten voy a dejar clara mi opinión sobre estas preguntas, lo primero porque es ilegal y lo segundo, porque si me lo preguntan igual no quiero trabajar en esa empresa.

En las entrevistas que he hecho este año he tenido la suerte de encontrarme con reclutadores profesionales, y de las 7 que he hecho, ninguno me ha preguntado nada fuera de lugar. Esperemos que siga así y ojalá que salga alguna.
Esta tarde vuelvo a una segunda entrevista para un puesto que me encantaría ocupar.
¡Esas velas de la suegra!

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