No más sustos por favor
Ayer fue uno de esos días en los que ves tu vida pasar por delante y entras en shock.
Maia llevaba toda la semana feliz y graciosa y decidimos subir al pueblo a tomar algo y que fuera con la moto. Cuando bajábamos a casa, empezó a mover los pies para bajar una cuesta y le dije: despacio Maia, frena.
Pero Maia no frenaba, le gritábamos detrás de ella ¡baja los pies, frena! pero no frenaba y cuando intentamos alcanzarla fue demasiado tarde. Se estampó contra las varas metálicas que separan la calle de la carretera. No sabéis que angustia, he tenido hasta pesadillas con el golpe, parecía un muñeco en cuanto se dio el golpe.
Me quedé paralizada y empecé a llorar, Jon la cogió y la abrazó y la pobre no hacía más que llorar, hasta se ahogaba del golpe. Parecía que el golpé se lo había dado sobretodo en la cara y le dí corriendo la barrita para los golpes.
Menos mal que estaba la valla porqué sino la hubiese atropellado un coche. Madre mía, me dan escalofríos solo de pensarlo.
Imaginaros que golpe se dio que se le cambió toda la cara, estaba apagada, solo quería ir a casa y en cuanto llegamos se tumbó en el sofá junto a su aita. A mitad de la tarde parecía que se iba poniendo mejor, jugamos en la cocinita y aunque decía que le dolía la tripa yo no veía nada, no sabía si era el golpe o que está estreñida y a veces también le duele.
Total, que esta mañana le he visto justo debajo de la tripa un moratón por eso decía que le dolía y además ha empezado a decir que le dolía un diente.
Venimos del pediatra, ha tenido un fuerte golpe pero no tienen roturas y el diente está bien. Para la próxima (ojalá no vuelva a pasar nada así) que le demos Dalsy para aliviar el dolor, la pobre no ha pegado ojo, ha tenido pesadillas y se despertaba llorando horrorizada.
Madre mía, os juro que cuando la vi dándose el golpe, pensaba que la había perdido, fue tan grande y tan horrible, que no podía mirar.
Ahora está durmiendo tranquilamente, pobre, que frágiles son.
Maia llevaba toda la semana feliz y graciosa y decidimos subir al pueblo a tomar algo y que fuera con la moto. Cuando bajábamos a casa, empezó a mover los pies para bajar una cuesta y le dije: despacio Maia, frena.
Pero Maia no frenaba, le gritábamos detrás de ella ¡baja los pies, frena! pero no frenaba y cuando intentamos alcanzarla fue demasiado tarde. Se estampó contra las varas metálicas que separan la calle de la carretera. No sabéis que angustia, he tenido hasta pesadillas con el golpe, parecía un muñeco en cuanto se dio el golpe.
Me quedé paralizada y empecé a llorar, Jon la cogió y la abrazó y la pobre no hacía más que llorar, hasta se ahogaba del golpe. Parecía que el golpé se lo había dado sobretodo en la cara y le dí corriendo la barrita para los golpes.
Menos mal que estaba la valla porqué sino la hubiese atropellado un coche. Madre mía, me dan escalofríos solo de pensarlo.
Imaginaros que golpe se dio que se le cambió toda la cara, estaba apagada, solo quería ir a casa y en cuanto llegamos se tumbó en el sofá junto a su aita. A mitad de la tarde parecía que se iba poniendo mejor, jugamos en la cocinita y aunque decía que le dolía la tripa yo no veía nada, no sabía si era el golpe o que está estreñida y a veces también le duele.
Total, que esta mañana le he visto justo debajo de la tripa un moratón por eso decía que le dolía y además ha empezado a decir que le dolía un diente.
Venimos del pediatra, ha tenido un fuerte golpe pero no tienen roturas y el diente está bien. Para la próxima (ojalá no vuelva a pasar nada así) que le demos Dalsy para aliviar el dolor, la pobre no ha pegado ojo, ha tenido pesadillas y se despertaba llorando horrorizada.
Madre mía, os juro que cuando la vi dándose el golpe, pensaba que la había perdido, fue tan grande y tan horrible, que no podía mirar.
Ahora está durmiendo tranquilamente, pobre, que frágiles son.
Pronto estará repuesta. Los niños tienen un ángel. Transmitela tranquilidad y en breve corriendo y saltando otra vez. Besos
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