Consejos vendo...
Desde que nació Maia me he visto en muchas situaciones en
las que me he tenido que morder la lengua, sobre todo con gente mayor.
Siendo recién nacida ya tenía muy presente que había cosas
que tenía que aprender sobre la marcha, era madre primeriza (y soy, y así se va
a quedar jaja). Pero muchas veces la gente no tiene filtro y muchos tienen una
incontinencia verbal que es escandalosa.
Cuantas veces he tenido que oír “esa niña tiene frío, está
cagada, tiene hambre” ¿Algo más señora? Hubo un punto en el que dejé de callarme
y contestaba a todo, estaba hasta los mismísimos de escuchar esas chorradas y
de sentirme juzgada como madre.
Seré novata pero no soy estúpida y antes de ver a mi hija mal, tengo un poco de sentido común y todas esas cosas ya las he revisado, frío, hambre y limpiarla.
Seré novata pero no soy estúpida y antes de ver a mi hija mal, tengo un poco de sentido común y todas esas cosas ya las he revisado, frío, hambre y limpiarla.
Pensaba que con el tiempo todo eso iba a pasar, pero no, todavía
siguen y lo peor que muchos son padres con un solo hijo como yo. Tienen la cara
de dar consejos de como educar o como tratar con tu hijo cuando ves
perfectamente que lo que están haciendo ellos jamás lo harías, pero tú, por
respeto y educación te callas. Pero ellos no, se ven con la total libertad de
decirte todo lo que se les pasa por la cabeza y sin pestañear.
Lo que me mata (pero no sabéis cuanto, es que me pongo mala)
es cuando estas hablando con alguna madre sobre Maia en general y comentas: jo,
pues Maia últimamente está con pesadillas a las noches. Y llega la frase
lapidaria, que parece que es una madre experta en la materia (y solo tiene 1
hijo) y lo sabe todo: ¡Y lo que te queda! En este caso también sirve la frase
de: Pues como todos los críos.
Sé que lo he comentado en otros posts, pero repito, esas frases
NO AYUDAN. En mi opinión hacen que me plantee dejar de hablar con ese tipo de
personas, odio a los TOLOSAS y esto es así. Vamos a ver, no busco que me digan:
pobre Lau, su hija tiene pesadillas, que mal lo está pasando. No busco eso,
pero sí algo de empatía y no una frase cortante que hace que me den ganas de
soltarte una bordería.
La última ha sido este fin de semana. Estaba intentando
calmar a Maia, le estaba hablado muy despacito y bajito para tranquilizarla. Se
había puesto a llorar y hasta tosía de la angustia, y conseguí que se calmara y
me dijera que le pasaba y en ese instante oigo: ¡Déjala que llore!
¿Te digo yo como educar a tu hijo? NO, ¡pues entonces!
Vamos a ver, es cierto que hay que dejar que los peques
lloren, pero en este caso a mi hija le iba a dar un soponcio por culpa de un
manotazo que le habían soltado. Creo que acercarse a tu hijo/a para ver como
está e intentar calmarle no está mal hecho. Pero ya tiene que oír esos
comentarios llenos de sabiduría que no ayudan.
Los consejos hay que darlos cuando se piden y uno es quien
debe decidir si hacerles caso o no. Así que amigos, avisados estáis, ya no me
callo, frases lapidarias y del tipo: Pues como todos y lo que te queda, no van
a quedar sin contestación por mi parte a partir de ahora. Que ya me he cansado.
¡He dicho!
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