¡Felicidades a la mejor madre del mundo!

Hoy es el cumpleaños de mi madre, Isa.

Isa en su etapa de cantante

Una mujer fuerte, valiente, cariñosa, entregada, generosa, buena… me faltan palabras para describir cómo es mi madre, solo sé que para mí es la mejor.

Mi madre y yo

Ha pasado por mucho, se ha dedicado en cuerpo y alma a su familia, a cuidar y dar lo mejor a sus hijas, a cuidar a su madre que tiene 94 años, a cuidar a familiares por parte de la familia de mi padre cuando estuvieron malos y como no a cuidar a mi padre cuando estuvo enfermo.
Se ha pasado toda la vida cuidando a los demás y haciendo todo lo posible por ellos, por eso es hora de que la cuiden. Se merece descansar, que la mimen, que la traten bien, se merece alegrías.

En 2013, justo después de que mi padre se recuperaba de su último susto, veía a mi madre agotada. Cuidar a un enfermo en un hospital es duro y más cuando encima tienes que dividirte para atender a tu marido en el hospital y a tu anciana madre que no ve y casi no puede caminar.

Entonces decidí que mi madre necesitaba unas vacaciones y empecé a ahorrar para darle una sorpresa. Meses antes hablando con ella me dijo que le encantaría ir a Roma o a Londres, que quería viajar y ver esas ciudades. Las oportunidades que había tenido de viajar siempre habían sido acompañando a mi padre a conciertos de Jazz, y el Cifu era ave nocturna, con lo que de ver la ciudad poco.

Le avise unos 4 meses antes, del 24 al 27 de octubre no hagas planes, apúntalo en tu agenda porque nos vamos de viaje. Ella solo sabía eso, no sabía el destino y no lo iba a saber hasta el día del viaje. Así que compré los billetes, reservé el hotel, hasta cogí los tickets para autobuses para ver ciertas cosas y cuando llegó la fecha me planté en Madrid. 

Le dije a mi padre: “Nos vamos 4 días, tienes prohibido llamar por teléfono a tu mujer, si quieres ponerte en contacto con ella me tienes que llamar a mi primero y ya veremos si te la paso”. El tío se moría de la risa. Le dije: “Ahí tienes comida congelada y el teléfono del chino”.

Nos pegamos un buen madrugón, el avión salía a las 6 de la mañana, llegamos al aeropuerto y justo en la puerta de embarque vio el cartel, nos íbamos a ¡ROMA!

Fueron 3 días geniales, de paseos por la ciudad viendo el Coliseo, la Fontana di Trevi, el Trastévere, la boca de la verdad, no sé, todo lo que pudimos en 3 días.

Mi madre y yo en el Coliseo

Nos pegamos buenos homenajes de cañitas y comida dándole a la sinhueso, solo nos faltaban las limas de uñas (como diría mi amiga Tatiana).

Pizza en el Trastévere, deliciosa.

No os creáis que el Cifu no dio señales de vida, sí que las dio, pero de todas las veces que llamó solo le pasé una con su mujer, para que viera que estaba bien ¡jaja!

Ella se merece eso y más, si pudiera me iría con ella de vacaciones todos los años, pero después de este viaje me quedé en paro 3 años y no he podido volver a repetirlo. Ojalá encuentre trabajo pronto, porque el próximo destino es Londres sí o sí. Mientras tanto nos consolaremos con que en unos días voy a verte y podremos celebrar tu cumpleaños con unas cañas solidarias mientras te abrazo y te doy mimos, así, ¡todo junto! 

Te quiero infinito, lo sabes, eres lo más importante en mi vida junto con la enana y Jon.
Solo quiero desearte el mejor día posible, decirte que te quiero (otra vez) y que ojalá me pareciera más a ti.